Basta de jugarte al TODO O NADA.

Somos muy malos negociadores emocionales. ¿Quién pondría en una mesa de negociación su principal capital para obtener una decima parte de lo que ya tiene? Nadie ¿verdad? Pero todos nosotros lo hacemos. ¿Por qué, entonces, ponemos nuestra felicidad (paz interior) en juego ante cada situación o problema que descubrimos y no podemos manejar en nuestras…